El arbol de la Vida
A nivel simbólico, uno de los talismanes más conocidos del mundo es el Árbol de la Vida . Este símbolo está ampliamente difundido en numerosas culturas a través de las cuales se ha ido enriqueciendo progresivamente con profundos significados espirituales. Desde los orígenes del hombre, la fuerza y la perfección de la Naturaleza siempre han tenido un profundo valor simbólico de muerte y renacimiento. Su energía divina ha influido constantemente en nuestro bienestar interno y externo, encerrando en sí lo sagrado del ciclo de la vida.
Simbolismo e interpretación
Su interpretación debe estar referida no sólo a los elementos que lo componen (hojas, busto y raíces) sino también a los elementos a los que se refiere el Árbol de la Vida. está conectado, es decir, agua , el fuego , el Tierra y el aire . Las raíces son profundas y firmes, el tronco fuerte y resistente, las hojas prósperas y numerosas. Esto le confiere propiedades como el buen augurio, el deseo de una vida rica, feliz y saludable.
Este símbolo representa no sólo el crecimiento físico y espiritual de un individuo sino también su vínculo con la familia que pasa de generación en generación, con otros individuos y con el conjunto. Y símbolo de vida, muerte y renacimiento con sus ramas que se vuelven hacia el cielo, pierden sus hojas en las estaciones frías y luego vuelven a florecer con el regreso de las estaciones cálidas y soleadas.
El árbol de la vida y los elementos
Los elementos a los que este antiguo símbolo está conectado simbólica y físicamente (agua, aire, fuego y tierra) representan protección, curación, rejuvenecimiento, inmortalidad y sustento. De ahí el Árbol de la Vida se considera un amuleto protector. Se usa para defenderse de todo mal y recibir cuidados, curaciones, regeneración del cuerpo y del espíritu. Para obtener abundancia y armonía, longevidad, riqueza material y espiritual.