El punk gitano es un género híbrido que cruza la música gitana tradicional con el punk rock. Cantando en diferentes idiomas, las bandas de punk gitano combinan los ritmos e instrumentos del rock, con instrumentos propios de las culturas de Europa del Este como la batería, la pandereta, el acordeón, el violín, la trompeta y el saxofón.
Una de las primeras bandas de rock en incorporar elementos del punk y la música gitana fue Motherhead Bug , activa principalmente a principios de los años 1990. Los principales exponentes del género son Gogol Bordello , quienes fueron los primeros en empezar a utilizar el término gypsy punk en referencia a su propio estilo musical, bautizando su quinto álbum: “Gipsy Punk: Underdog World Strike”. Con su ritmo alegre y su canto a gritos combinados con características gitanas comunes, transmiten una extraña atmósfera de cabaret en el escenario, con actuaciones frenéticas y teatrales.
La estética y escenografía en los conciertos también es parte fundamental para No Smoking Orchestra , el grupo de Emir Kusturica, el famoso director que logró traer al mundo las tradiciones del pueblo gitano. Disociados de cualquier dogma del mundo del espectáculo, Emir Kusturica y The No Smoking Orchestra son un fenómeno significativo del movimiento antiglobalista: música de baile con un contenido convincente al que no se puede resistir. La comunicación de No Smoking Orchestra con el mundo se basa en la música y la interpretación, apoyándose en imágenes y sonidos sin ninguna insistencia específica en una patria única.
Esa magia también la encontramos en las bandas sonoras de películas de Kusturica como "El tiempo de los gitanos", compuesta por otro embajador gitano: el músico Goran Bregovic . Acompañado en espectáculos en vivo por la Orquesta de Bodas y Funerales , la música de Bregović deriva de temas gitanos y eslavos del sur y es el resultado de la fusión de la música polifónica tradicional balcánica con el tango y otros géneros, transportando al espectador a una fiesta popular gitana.